Todos hemos visto plantas que crecen en el tejado de una iglesia o en mitad de una roca y seguramente nos hemos preguntado cómo lo consiguen. Aunque las plantas no tienen capacidad para moverse e ir en busca del agua y los nutrientes que necesitan, como hacen los animales, sí tienen la capacidad para poner en marcha diferentes mecanismos, fundamentalmente localizados en sus raíces, que les permiten obtener los nutrientes en condiciones en las que éstos están poco disponibles.

Un estudio de las Universidades de California, Córdoba, Sydney y el centro de investigación Jülich en Alemania  consiguen una fórmula matemática para describir el interior de las hojas y el comportamiento vegetal en función de las condiciones ambientales

Matemáticas y Biología han vuelto a sellar una alianza para combatir el Cambio Global. Lo han hecho gracias al trabajo de un equipo internacional integrado por investigadores de las Universidades de California, Córdoba y Sydney y de centros de investigacion en Alemania. Los biólogos, habituados a usar imágenes microscópicas de secciones de hoja para conocer el interior de los mismas y observar lo que está pasando en ellas en diferentes fases del crecimiento de la planta y en condiciones ambientales distintas, disponen ahora de una forma de predecir ese comportamiento gracias a las simulaciones realizadas por este equipo a partir de las secciones foliares de 11 especies singulares y representativas de diferentes ecosistemas de la Tierra.